junio 27, 2007

Ajedrez

El otro día presencié una curiosa escena.

Una pareja, él y ella, estaban jugando al ajedrez, aparentemente muy concentrados los dos.

Después de unos quince minutos, de repente ella pregunta:

- ¿La torre puede mover en diagonal?

¡Repámpanos!

Shakira

No puedo resistirme a poner este vídeo.

Ya sé que es propio de quinceañeras, pero me encanta Shakira.

Bueno, su canción anual. En este caso, "Las de la intuición"

junio 22, 2007

Si los hombres domináramos el mundo

Me ha hecho mucha gracia este listado de reglas masculinas, que toda mujer debería tener siempre presente. Las más divertidas:

- Domingo = deportes. Es como la luna llena o los cambios de las mareas. Déjalo estar.

- "Sí" y "No" son respuestas perfectamente válidas para casi cualquier pregunta.

- Si algo que dijimos se puede interpretar de dos formas y una de ellas te entristece o enfada, entonces queríamos decir la otra.

junio 21, 2007

"Esa niña"

A veces oigo la expresión "niña" entre dos mujeres que hablan de una tercera. Curiosamente, casi siempre que la oigo es entre pijas.

La aludida no es ninguna niña, anatómicamente hablando, no tiene 3, ni 6, ni 11 años, seguramente sea una mujer hecha y derecha. Cuando dos tías se refieren a una tercera como “esa niña”, casi siempre hay un fondo despectivo en la expresión, una forma de humillación y de marcar diferencias por superioridad: nosotras, mujeres que sabemos bien lo que hay que hacer; ella, niña inexperta que no tiene ni idea.

Lo que no entiendo es por qué no se dejan de hipocresías y utilizan directamente "niñata". Sería mucho más descriptivo y claro.

junio 20, 2007

Ellroy

Tenía muchas ganas de leer algún libro de James Ellroy, pero nunca me había puesto con ninguno. Ahora acabo de terminar Jazz blanco, uno de los cuatro volúmenes que forman “El cuarteto de Los Angeles”.

Digamos que el tradicional esquema argumental de una obra literaria, ese que se resume en

PLANTEAMIENTO -> NUDO -> DESENLACE

en el libro de Ellroy se transforma en:
(pinchar en la imagen para agrandarla)



Pues sí, no me he enterado de la mitad de la trama, y sin embargo la historia, o la forma de contarla, me ha gustado mucho, por sus personajes crudos, infelices, codiciosos, torturados, condenados al vacío, sus frases demoledoras, sus diálogos vertiginosos, sus historias de amor desesperadas… Un gran fresco que muestra la cara sucia del glamour del Hollywood de los 50’s.

¿Que qué tiene esto que ver con el tema de este blog?

Deduzcan.

junio 13, 2007

No soy moderno

Cualquiera que haya conocido el centro de Madrid en los últimos quince años sabrá del cambio brutal que ha vivido la calle Fuencarral, sobre todo en el tramo desde Gran Vía a Tribunal. De calle plagada de comercios decadentes, locales destartalados y baretos mugrientos ha pasado a ser el centro de los modernillos madrileños. Todas las marcas, de ropa, de calzado, de complementos (qué ridícula expresión, “complementos”… ¿Complemento de qué?), se dan de codazos por montar un local allí. Si no estás en Fuencarral, es que no eres moderno.

Yo, como dice el anuncio de Coca Cola, soy de la generación que ha visto Orzowei en la tele (en uno de los dos únicos canales de entonces), y jugar a Maradona, aunque ahora esas cosas también se pueden ver en YouTube, pero no es lo mismo. También la generación, esto no lo dice el anuncio, que para quedar un sábado hacía cadena de llamadas: A llama a B, B llama a C, C a D, D a E, etc... Y de la que no tenía cajeros automáticos (¿de dónde demonios salía el dinero?), y escribíamos cartas con sobres y sellos, y grabábamos cintas de casete, y veíamos “El Libro Gordo de Petete”...

Por si había alguna duda, paseando ahora por Fuencarral me queda claro que no, no soy moderno, ni se me ocurriría jamás aparentarlo, por supuesto. No conozco un solo grupo de los que se anuncian en los carteles de promoción de conciertos y festivales; no me pondría el 99% de la ropa que se vende en las tiendas; no me interesan la mayoría de las exposiciones; nunca me haría un tatuaje ni un piercing;. Tal vez doblo en edad a muchos de los fuencarraleños de hoy. ¿Y qué? Niñatos, un respeto: yo he visto arder los Almacenes Arias desde la esquina de Fuencarral y Gran Vía. Ahí es nada. Aún recuerdo la columna de humo y el olor a chamusquina. Historia pura de Madrid.

Una tarde, pasando por delante del Mercado de Fuencarral (el meollo del cotarro), una tipa con el pelo de colores y varios aros injertados en diferentes puntos de la cara (menos mal que aparece una tía en la historia, si no de qué iba a colarla en el blog) me da un flyer, es decir, un folletín publicitario, flyer para los modernos. ¿Me habrá tomado por uno de los suyos? Me extrañaría. Miro el panfleto: es de una tienda especializada en servicios ortopédicos. ¡En servicios ortopédicos! Joder. Qué depresión.

junio 12, 2007

Zapping

Cuando hago un zapping en busca de algo potable en la tele, sigo una regla básica y elemental: hago un barrido relámpago por todos los canales, y una vez comparada la oferta, elijo. Luego cambiaré de canal más o menos veces, pero siempre empiezo con ese sencillo mandamiento.

La cosa es muy diferente cuando el mando a distancia cambia de manos.

- Déjame el mando, que voy a hacer un zapping.

- Toma.

Mi mujer aterriza en un canal, y ahí se queda. A mí me basta con segundos, décimas de segundo si me encuentro con un anuncio, para evaluar si lo que están poniendo me interesa o no. Ella necesita por lo menos medio minuto. Da igual que se trate de un truño descomunal: se queda mirándolo atentamente para mi desesperación.

- Pero quita eso.

- Ay, espera, que igual está bien.

- Joder.

Suelo terminar levantándome y yéndome a la cocina, o cogiendo algo para leer. O en una acción relámpago, arrancándole el mando de la mano y recuperando el poder omnímodo.

junio 08, 2007

Diálogo de madres

Comiendo en un restaurante de menú del día, escucho una conversación entre la dueña del local y una clienta, que se quejan del abandono al que las tienen sometidas sus hijos. Dice la clienta:

- Si por lo menos me llamara para decirme “Hola, estoy bien”. No pido más. Sólo con eso me alegra el día.

Pienso en que hay muchos días, a veces una semana entera, en que no le digo ni eso a mi madre, y no puedo evitar sentirme culpable.

Maldita sea.

Señora: sepa que me ha estropeado la comida.

junio 07, 2007

La mujer chupa-chups

En verano, me encantan las mujeres chupa-chups: esas que tienen las piernas muy finas y el culo redondito como un melocotón.

En invierno no me llaman tanto la atención, pero cuando se aligeran de ropa con el calor, dan ganas de agarrar el palito y quitar el envoltorio.

junio 06, 2007

La no-miradita

Hay un gesto que es la antítesis de la miradita; llamémosle la no-miradita.

La situación de partida es la misma: te llama la atención una mujer. Te la quedas mirando, con mayor o menor descaro. Ella se da cuenta de que la estás mirando. Pero entonces, y aquí viene la diferencia, evita que sus ojos se encuentren con los tuyos. Si los ojos. como los de Supermán pudieran proyectar rayos, se dibujarían en paralelo, en diagonal o en perpendicular, pero nunca chocarían de frente.

Alguien dirá: ¿y cómo sabes que ella sabe que la estás mirando, si en ningún momento te ha mirado directamente a los ojos? Je, je. Lo sabes porque su actitud no es natural, espontánea. Porque se nota que se fuerza a no mirarte, a poner cara de estatua, a sostener la mirada en el vacío.

- ¿Cómo las vacas?

- Hombre, tampoco es eso.