mayo 31, 2007

Soozie Tyrell

Cualquier mujer que sea capaz de tocar un instrumento de cuerda, violín, viola, violonchelo (este especialmente) o contrabajo, no sé por qué pero ejerce sobre mí una fascinación especial. Da igual su apariencia física: el mero hecho de manejar esos instrumentos, me mata.

Si encima es una mujer de presencia imponente,

Pelirroja ("i’ll take a red-headed woman..."), bueno, o rubia, según le dé la luz,

Que ha sido capaz de ingresar y mejorar la E Street Band...

¡Oooohhhhh!

Soozie Tyrell.

Gracias a la maravillosa Wikipedia, donde se encuentra casi todo, me entero de que Soozie nació en Pisa, de que acaba de cumplir medio siglo (¡50 tacos!), de que durante años actuó como música callejera en Nueva York (sólo en NY se puede vivir como músico callejero), en un grupo compartido con Patti Scialfa (red-headed woman), y que en 1992 hizo su primera colaboración con Bruce, en el disco Lucky Town.

Creo que he visto tocar dos veces a Soozie con Bruce, en la gira de The Rising y en la de The Seeger Sessions. Dios mío, jamás pensé que alguien podría hacerle sombra a Clarence Clemons en un escenario, pero Soozie es mucha Soozie.

Soozie: you kill me.

mayo 30, 2007

Toros

Mes de mayo en Madrid, temporada taurina alta. La plaza de Las Ventas está a medio camino entre mi trabajo y mi casa, así que todos los días paso junto a ella, o mejor, bajo ella, haciendo transbordo entre las dos líneas de metro que confluyen en su parada.

Me llama la atención lo diferente que es el público que desemboca en la plaza desde una y otra vertiente. En la línea 2, que recorre la parte más castiza de la calle Alcalá (Cibeles – Puerta de Alcalá – Retiro – Goya), veo trajes y camisas caras, pelos engominados, patillas largas, flores en los ojales, gasas, abanicos, chales, olor a habanos y perfumes de lujo. Es la gente que llena los tendidos nobles, los que van a la plaza no tanto a ver como a dejarse ver, los que no tienen reparos en pagar 10 euros por un güisqui, los que sacan el pañuelo blanco a poco que el matador enganche dos naturales.

En cambio, desde la otra línea, la 5, la que viene del Este de Madrid, también recorriendo la calle Alcalá pero fuera de la frontera física y social que marca la M-30 (El Carmen – Quintana – Pueblo Nuevo - Ciudad Lineal), casi todos los que van a la plaza son hombres solos, de frase corta, boina calada, piel curtida, sempiterno palillo mordisqueado; llevan su propia almohadilla, su propia cerveza, su Farias, estos son los abonados perpetuos, que pueblan las andanadas y los tendidos al sol, los que protestan a la presidencia en cuanto el toro dobla una pezuña, los que disfrutan cuando llueve y desde sus localidades a cubierto ven como se echan a perder los peinados de las emperifolladas señoras de abajo…

Y mi pregunta es: ¿por qué en el segundo grupo apenas se ven mujeres? ¿Es que a las mujeres no les interesa en absoluto el espectáculo taurino, y sólo se las puede encontrar entre los Isidros, sólo van a figurar, a pasar la tarde merendando mediasnoches rellenas de jamón york? Es posible.

mayo 25, 2007

La catarata

Hay veces en que preguntarle algo a una mujer es como abrir las compuertas de una presa, como volver del revés un agujero negro, que en vez de absorber ingentes cantidades de materia las expulsara.

Sí, una inocente pregunta o un intrascendente comentario desatan una catarata de pensamientos acumulados, de recordatorios,

- ¡Ay, te tenía que contar…!

o simplemente de cháchara improvisada.

En tales casos hay dos opciones: o zambullirse de pleno, o sacar el paraguas y capear el temporal como buenamente se pueda.

mayo 21, 2007

SMS

Me llega este mensaje por SMS:

It finally all makes sense. I never looked at it like this before: MENtal illness, MENtal breakdown, MENstral cramps, MENopause, GUYnocologist, and when we have REAL trouble, HISteroctomy!

Ever notice how women’s problems start with MEN?


Creo que no hay traducción sin perder el sentido original, así que el que entienda el inglés que lo disfrute.

mayo 17, 2007

Las mujeres y el fútbol (I)

Cuando el hombre está viendo un partido de fútbol, hay veces en que la mujer hace un amago de acercarse a la afición masculina por excelencia.

- ¿Quién juega?

- Werder Bremen y Osasuna.

- Ahh. ¿Y qué están jugando?

- Cuartos de final de la UEFA.

- Aahh.

Por supuesto, la mayoría no tiene ni la más remota idea -ni el menor interés por enterarse- de dónde son el Werden Bremen o el Osasuna, qué son unos cuartos de final ni qué demonios es la Copa de la UEFA. Lo más probable es que a los cinco minutos no retengan ninguno de esos datos. Pero me hace mucha gracia ese encantador intento por conseguir una frugal complicidad con el varón.

mayo 11, 2007

Palabras de más

En el metro, una mañana cualquiera. El vagón no abarrotado, pero sí bastante lleno, se acerca a una de las estaciones. Hay una señora un poco por delante de mí, no completamente delante, pero digamos que unos 30 grados a mi derecha, tal vez unos 20 centímetros más cerca que yo de la puerta.

El tren empieza a frenar, la señora se vuelve y me pregunta si me voy a bajar en la próxima (parada). Recordemos: yo estoy detrás de ella. Es imposible que obstaculice su recorrido hacia la salida. No entiendo por qué me hace esa pregunta innecesaria. Me la quedo mirando con cierta perplejidad durante un par de segundos, sin contestar. Luego le digo:

(Empieza sarcasmo)

- No, estoy pensando en pasar el día aquí, en el vagón.

(Termina sarcasmo)

No contesta nada, pero me lanza una mirada furibunda. Farfulla algo entre dientes, creo entender un "Hay que ver...".

Yo le suelto disimuladamente un puntapié en el talón cuando está saliendo. Otros me divierte, pero hay días en que la estupidez de la gente me irrita profundamente.

mayo 07, 2007

Planos

Me pregunto por qué casi todas las mujeres son absolutamente incapaces de plegar correctamente un plano.

A ver: sólo hay que dejar que las hojas se cierren siguiendo los pliegues ya marcados, casi por inercia, sin forzar las dobleces. No es tan difícil.

Enseguida se reconoce un plano manipulado por una mujer: jamás tendrá la portada correcta, y todas las esquinas habrán empezado a rajarse.